Esto depende realmente de sus circunstancias y del tipo de negocio que piense abrir o dirigir. Si va a empezar poco a poco, tendemos a recomendar establecerse como autónomo porque es más sencillo y no necesita hacer ninguna inversión para empezar. También suele ser mejor en cuanto a la cantidad de impuestos que pagará al principio.
En ese caso, consideraría la posibilidad de convertirse en SL una vez que su beneficio neto alcance entre 40.000 y 60.000 euros anuales, momento en el que resulta más beneficioso fiscalmente.
En algunas situaciones, puede ser mejor empezar como SL, sobre todo si es importante para usted tener cobertura de responsabilidad civil.
También depende de lo grandes que sean sus ambiciones y de lo rápido que piense crecer. Si planea hacer crecer una gran empresa en poco tiempo, existe un incentivo gubernamental para las nuevas empresas SL que le permite pagar sólo un 15% de impuestos en lugar de un 25% durante los dos primeros años. Pero hay una trampa. Si ha estado trabajando como autónomo en el mismo sector, no puede beneficiarse de este incentivo, sólo se aplica si crea directamente una SL cuando empieza a trabajar en ese tipo de actividad.
Analizaremos su modelo de negocio, sus ganancias previstas y su crecimiento, y le aconsejaremos sobre la mejor opción para ponerse en marcha y avanzar a medida que crece.